Un bodrio más: Magnolia Merino

Una serie más, con su ya conocida falta de creatividad e ingenio, de la productora en decadencia, Michelle Alexander, ha sido expuesta por Frecuencia Latina ayer a las 9 de la noche. Y por fin habrá tenido un poco más de rating: primero, porque Magaly Tv (programa de espectáculos) ya no compite con ella, y la segunda (y más importante) es que la serie trata sobre la conductora de dicho programa.

Ayer estuve preparado y listo, minutos antes de las 9 (no suelo hacerlo, porque las series de Frecuencia Latina me parecen oportunistas y carecen de ingenio total), para ver a Magnolia Merino (hasta en el título se puede vislumbrar la falta de imaginación de todo ese equipo de los 80’s). Ví la presentación, me pareció algo creativa, pero luego seguí vigilando atentamente la actuación de Ebelyn Ortiz, y confirmé el motivo de la serie, el verdadero pretexto de este bodrio, denominado como serie: la piconería peruana, la tirria de una productora, que lo único que anhelaba era robarse puntos de rating, engañando al espectador. Yo esperaba un personaje, en el caso de Magnolia, por lo menos, algo trabajado, no el personaje que todos conocemos. Qué vergüenza, que bodrio tan asqueroso. Y me da pena que una gran actriz, como lo es Ebelyn Ortiz, se haya prestado para interpretar a una personificación tan subjetiva, tan mal estudiada, tan poco profesional. Pero lo más seguro, es que Michelle diga: ¡Esta no es una serie de la vida de Magaly Medina, sino la del personaje que sale a las 9 de la noche! Y yo diría: ¡Qué pena!, y ratificaría la opinión que tengo de ella y de su equipo de producción: unos ineptos con falta de talento. Otro “actor” es Lucho Cáceres (el matoncito), que se disculpa sus obstáculos para realizar un personaje, porque no es actor, y se comprueba en esta serie. Siempre lo eligen para ese tipo de personificaciones. Ahora interpreta a Percy (o sea Ney Guerrero), y me sigo dando cuenta del móvil de esta serie: humillar al equipo de Magaly Tv, dejarlos como la peor basura de la televisión peruana. Qué poco profesional. Ya no saben qué hacer. La próxima será la vida de Jaime Bayly (y vaya ingenio de estos, el cual podría ser: ¡Bayly es bisexual!, se acostó con Diego Bertie, conduce programa de televisión, y escribe libros inflamados de sexo, nostalgia, y problemas familiares). Lo más seguro es que lo hagan, y por supuesto, y con la gran falta de talento que caracteriza al equipo de Michelle Alexander.

He seguido viendo, los minutos finales de esta serie, porque quiero tener argumentos válidos para expresar y confirmar lo que estoy escribiendo. No quiero pecar de ignorante. Aunque suelo serlo casi siempre, por no decir, siempre. Ebelyn Ortiz sigue actuando como Magnolia Merino, y me causa carcajadas, me rio demasiado, no por un buen chiste que se haya hecho. Me rio por lo cómico de la actuación de esta genial actriz. Y me imagino, en los comerciales: esto va a ser la serie, va a estar llena de insultos convertidos en actuaciones mal intencionadas, envidias por el poder rating, y otros detalles más.

Si quieren hacer una serie, utilicen y recurren a una palabra que no sé si la conocen, pero se llama talento. Y es muy utilizada por grandes series de talla mundial, que han llegado a ser famosas, no sólo por el fetiche de un personaje de la vida real, sino por el contenido: calidad visual, un buen guión, un gran equipo de investigación, y otras cosas más que tendrán que buscar ustedes, porque esa chamba no la haré yo. O que creen que en el Perú, no hay talentos. Claro que los hay. Búsquenlos, demórense, gasten plata e inviertan lo que ganan en publicidad, para mejorar la calidad de su trabajo. No sean pacotillas, no hagan de su trabajo una baratija, una quincalla, un desecho televiso.