Antes teníamos espacios para poder divertirnos con otras
personas en un lugar físico y real. Esto nos permitía tener una interacción con
todas las letras de la palabra, ya que nos buscábamos en nuestras casas, invertíamos
las horas del día en jugar algún juego que, nos hiciera perdernos en el paso
del tiempo, luego nuestras madres nos trataban de buscar por algún parque o
casa de un amigo para decirnos que el almuerzo estaba listo o que ya teníamos
que hacer las tareas del colegio. Esto ha cambiado notablemente y digitalmente,
ahora las nuevas generaciones están en sus casas, pero muy alejadas de ellas en
la realidad, debido a que estén sumergidos en las redes sociales, chateando,
viendo vídeos de YouTube, dándole like a fotos ideales de Instagram, jugando
Fortnite día y noche, viendo noticias y videos graciosos en el Watch de Facebook,
buscando la mejor alternativa de arte en Pinterest que, probablemente nunca
tendrás y la lista sería interminable de lo que se hace en dichas redes. Todo
eso me lleva a la siguiente reflexión: ¿ya nos olvidamos del mundo real? ¿cada
día estamos más desconectados de lo que está pasando a nuestro alrededor y olvidamos
lo más importante de ser humanos? ¿nos olvidamos de socializar presencialmente
con otros seres que nos pueden aportar gran valor en nuestras vidas y en nuestro
camino de acumulación de conocimiento? Las redes sociales son tan adictivas que,
estamos olvidando que la verdadera comunicación no se da en el espacio digital,
sino en la vida real, esa que nos hace reír y llorar a cada momento y nos da
experiencias únicas para seguir interrelacionándonos como humanos.
Te invito a ver este vídeo donde hago una reflexión adicional sobre dicha adicción a las redes sociales.
Link del vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=1cv_doiQbJs&t=193s
No hay comentarios:
Publicar un comentario